El
aluminio
se utiliza en una gran variedad de productos que incluyen:
latas, láminas,
utensilios de cocina, marcos de ventanas, barriles de cerveza y piezas de
aviones. Esto se debe a sus propiedades particulares. Tiene baja densidad, no
es tóxico, posee una alta conductividad térmica y una excelente resistencia a
la corrosión: se mecaniza y
moldea fácilmente. También es no magnético y
no produce chispas. Es el segundo metal más maleable y el sexto más dúctil.